DEDICADO A TODOS LOS AMANTES DE ESA MARAVILLOSA CIUDAD LLAMADA CEUTA'Soy

TOMA DE POSESIÓN Y RELATOS BÁSICOS

TOMA DE POSESIÓN

Suena el clarin. La tropa forma en orden cerrada. Pulcros los uniformes, relucientes las armas y atalajes, desplegadas al viento las banderas. El Comandante General de la plaza pasa revista a la formación. Seguidamente, en unión de sus ayudantes, se dirige a la iglesia Catedral.
 Allí en la entrada, le espera el cabildo Catedralicio que, momentos antes, ha recibido del parróco de la iglesia de Nuestra Señora de África el bastón de Mando que reposa en manos de la imagen de la Patrona.
 Llegado el General, tras una visita a la capilla del Sagrario, se dirige al Altar Mayor, donde el Deán le explica en breves palabras el significado del historico Bastón, y se lo entrega. Al recibirlo en sus manos. el General jura defender a la Ciudad de todos sus enemigos, así como mantenerla en el seno de la Nación y en la fidelidad al Rey.
 A continuación, se dirigen todos en cortejo al Santuario de Nuestra Señora de África donde después de entonada una salve, el Comandante General vuelve a depositar el Bastón de mando en manos de la virgen de África.
 Esta ceremonia, de hondas resonancias historicas, no es una antigualla periclitada y, aunque proviene de siglos, sigue manteniéndose en la Ciudad de Ceuta con plena vigencia y actualidad.
 El Bastón, un palo nudoso, como de una vara de largo, se llama "aleo " y según la tradición local, perteneció a Don Pedro de Meneses, primer Gobernador de CEuta, y desde hace siglos se ha venido transmitiendo, como simbolo de su autoridad, a todos los Gobernadores hasta la actualidad.
                          
EL RELATO BASICO:

 Las noticias básicas provienen del cronista portugués gomes Eanes de Zurara, aunque con algunas variantes, según sus distintos manuscritos, como luego se verá
 Servirá de pauta la narración inserta en su " chronica del Conde D.Pedro" que, por estar dedicada a la vida y hazañas Don Pedro de Meneses, es la más pormemorizada, y cuyo capitulo V se titula " como el Rey tuvo consejo sobre quien dejaría en aquella ciudad por Capitan.
  Convocado el consejo, y abiertas las deliberaciones, Don juan I invitó a los presentes a que le propusieran quién les parecía idóneo para gobernar y detener la ciudad. Los consejeros, sin duda por deferencia jerárquica, comezaron proponiendo a los dos más altos cargos militares integrantes de la expedición.
 En primer lugar, al Condestable Don Nuño Alvarez Pereida, maxima gloria y prestigio de los ejércitos portugueses quien, reconociendo que esta designación sería una de las mayores mercedes que pudiera  hacerle el Rey, se excusó en razón a su edad, y al hecho conocido por todos de que pensaba retirarse a la vida monacal en el Convento del Carmen, que el mismo había fundado en lisboa.
  A continuación, los consejeros propusieron a Goçalo Vaz Coutnho, Mariscal del Reino, héroe de la batalla de Trancoso, que igualmente se excusó, alegando tambien su mucha edad y otras cosas  que se lo impedian.
 no sin cierta desazón por esta doble renuncia, el Rey hizo llamar a Martín Alfonso de Melo, era su Guarda Mayor, en quien tenía depositada toda su confianza, y una vez en su presencia le dijo que le agradaría mucho quedase en aquella Ciudad por Capitán y Gobernador, pues estaba seguro que en tal puesto rendiría grandes servicios.
 Agradeciendo Mrtín Alfonso la distinción, rogó se le concediese la posibilidad de consultarlo con los suyos, pues siendo ellos quienes le habrían de acompañar, le parecía correctoconocer su  parecer . Sin embargo, fue tan negativa la opinión de su séguito, que Martín Alfonso declinó el ofrecimiento, con gran disjusto del Rey, que ordenó quedasen confinados en Ceuta dos de los hidalgos que tan adversamente le habían aconsejado. Eran estos joâo Gomes Olvalho y Alvaro Vasquez Tiznado, los primeros portugueses desterrados en Ceuta.
  Conocedor de estas dificultades. Don Pedro de Meneses, alférez del infante Don Duarte deseoso de ofrecerse para tal puesto, se apresuró a solicitar el apoyo de dos personajes influyentes, Don Lopo Días de Sousa, Maestre de la Orden de Cristo, que era su tío, y Don Alvaro Gonçalves Camello, Prior del Hospital de la orden de San Juan de Jerusalén.
   A su vez éstos hablaron con los infantes, y fue Don Duarte quien se acercó al Rey proponiéndole para Capitán General de Ceuta a don Pedro de Meneses, su Alférez. Con sorpresa, no exenta de satisfacción, acogió el monarca la propuesta, y es aquí donde dse producen dos leves variantes en la narración del episodio.
 Según una, llegado Don Pedro a presencia del Rey, éste le confió la Capitanía General de Ceuta y, como simbolo de su autoridad, le hizo entrega de un bastón que portaba en mano, y en el que se apoyaba el Monarca para aliviarse de las heridas que había sufrido en una pierna días antes al saltar a una galeota.
  Según otra variante, complacido en Rey con la propuesta que le había hacho Don Duarte mandó llamar al Conde don Pedro, y hallandose éste empeñado con otros caballeros en el juego de la chueca, acudió presuroso ante el Monarca, llevando en mano el palo con el que jugaba, llamado " Aleo". El Rey le otorgó la Capitanía General de Ceuta, y entonces Don Pedro, por toda respuesta, mostrándole el " aleo", le dijo " Señor, con este palo me basto para defender a Ceuta de todos sus enemigos". Agradándole al REy tan bizarra contestación, diole el palo como mando y simbolo de su autoridad, excusándole de todo o tro juramento.
 Como se ve, ambas variantes tienen una leve diferencia de matiz, el bastón procedente de las manos del REy o procedente de las m,anos de don Pedro, que no modifican la cuestión de fondo, pues en ambas se erige en protagonista decisivo, como simbolo de autoridad, el bastón llamado " aleo " utilizado para el juego de la " chueca ".