LOS NEGOCIANTES MOROS, QUE EN EL ARTE DE NEGOCIAR SON SEMEJANTES Á LOS HEBREOS, IMPRETARON AUDIENCIA DE LA LA REINA, Y DE PARTE DE LA SUYA, LE OFRECIERON MAGNIFICOS Y CRECIDOS REGALOS, SI CONSEGUIA QUE EL REY SU ESPOSO LES CONTESTASE DE UN MODO MAS FRANCO Y MAS ESPLICITO. LLENA DE DIGNIDAD LA SOBERANA, LES RESPONDIÓ; QUE LAS REINAS CATÓLICAS, JAMÁS SE ENTROMETIAN EN LOS NEGOCIOS DEL ESTADO, NI MENOS EN DAR CONSEJOS A SUS AUGUSTOS MARIDOS. CON TAL REPROCHE, NO DESISTIERON DE SU EMPRESA , RASTREROS CUAL EL REPTIL QUE HASTA SE GUARECE BAJO LA PLANTA DEL HOMBRE CUANDO TEME LA MUERTE, ACUDIERON AL PRINCIPE DON DUARTE, OFRECIÉNDOLE SUNTUOSÍSIMAS DÁDIVAS Y ESCITÁNDOLE Á QUE ACLARASE UN ENIGMA QUE TANTO TEMIAN. EL INFANTE, CON TONO RESUELTO LES CONTESTÓ:> ASÍ FUERON DESPEDIDOS DE LA CÓRTE DE LISBOA.
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